Estos buñuelos son muy parecidos a nuestros “buñols de vent”, o a los conocidos profiteroles que podemos encontrar en cualquier pastelería (de hecho la masa se hace igual), es una de tantas herencias que nos dejaron los árabes cuando estuvieron en España.
Ingredientes: para 6 personas
100 g de mantequilla
½ litro de agua
200 g de harina
4 huevos enteros batidos
½ litro de leche
4 yemas de huevo
120 g de azúcar o un dedal de sacarina o media cucharadita de stevia en polvo
60 g de harina
150 g de fruta confitada cortada a cuadritos (piel de limón, de naranja, dátiles, pasas, etc.) opcional
2 cucharadas de agua de azahar
Modo de hacer la receta
Los buñuelos:
Mezclar el agua y la mantequilla y llevarlo a ebullición. Añadir la harina tamizada. Reducir a fuego lento y trabajar vigorosamente la pasta hasta que se despegue de la cacerola y esté bien seca.
Retirarla del fuego e incorporar progresivamente los huevos enteros batidos. Mezclar bien. Depositar en aceite caliente pequeñas bolas de pasta confeccionadas con la ayuda de una cuchara. Dejar que se hinchen y cocer hasta que las bolas estén doradas y crujientes. Escurrirlas y reservar.
El relleno:
Trabajar las yemas de huevo con el azúcar. Añadir la harina. Mezclar bien. Verter leche hirviendo. Ponerlo todo en la cazuela y llevarlo a ebullición, batiendo al mismo tiempo la preparación. Añadir la fruta confitada y el agua de azahar. Dejar enfriar.
Una vez enfriados los buñuelos, abrirlos por la mitad. Rellenarlos de crema pastelera. Espolvorear con azúcar en polvo.
Nota: En vez de freír los buñuelos, se pueden cocer en el horno, dentro de una bandeja engrasada, unos 10 minutos más o menos y así tienen menos grasa. Se puede variar el relleno, nata montada, confitura, sólo crema pastelera sin los frutos secos, etc. Y como la pasta no tiene azúcar, se pueden rellenar de algo salado, Mousse de salmón o cualquier pescado, paté, queso y lo que la creatividad dé de sí.