Elementos vitales para la salud – El Sol – Manuel Lezaeta Acharán (del libro: La Medicina Natural al alcance de todos)
Sin duda, se justifica el culto de la humanidad por el Astro Rey y su adoración como Dios por algunos pueblos, pues a su presencia todo prospera y vivifica y en su ausencia todo se arruina y muere. La Naturaleza viva canta su hinno al sol en cuanto éste, majestuoso, se alza sobre el horizonte, disipando las sombras de la noche y las penas del alma.
Los enfermos sienten reaccionar su vida y aliviar sus dolores en cuanto llega a su cama el primer rayo de sol, y el hombre de trabajo es atraído a la actividad diaria con sus primeros fulgores.
Con su presencia reina la alegría de la primavera y el verano, y en su ausencia todo duerme durante el invierno. Sin embargo, el hombre civilizado hace excepción muchas veces a este culto universal por el sol, impidiendo su benéfica acción sobre su cuerpo que cubre con abrigos impenetrables y construyendo sus habitaciones sin consultar la necesidad que existe de que el sol entre en todos sus departamentos y especialmente en los dormitorios.
Condición indispensable para conservar la salud y para recuperarla, es que sepamos aprovechar los beneficios que el sol nos ofrece y que por ignorancia desperdiciemos diariamente en este país, como pocos beneficiados con un sol esplendoroso que durante ocho meses del año se alza cada día sobre el horizonte sin nubes.
Por instinto la gente se da cuenta de las propiedades purificadoras del sol cuando expone a los rayos de éste, ropas, cama y frazadas que se quiere librar de olores y humores malsanos. Los rayos luminosos del sol todo lo penetran, destruyendo lo mortífero y dando vida a cuanto el hombre necesita.
La exposición al sol es práctica que diariamente deben ejercitar sanos y enfermos para mantener la salud unos y recuperarla los otros.
Con el baño de sol podemos obtener dos objetos principales. Como vitalizador, aprovechando directamente los rayos luminosos y como depurativo, su valor que nos permitirá eliminar transpirando.
Como vitalizador y nutritivo, el baño de sol de tomará a cualquier hora del día, con la debida precaución, prefiriéndose siempre las horas de la mañana en su acción magnética y vivificante es más potente y su duración será desde algunos minutos hasta una hora, siendo muy beneficioso dormir al sol con la cabeza siempre a la sombra y el cuerpo cubierto con hojas verdes, sábanas o manta para evitar la irritación de la piel. Si se transpira se hará frotación de agua fría a lo menos al finalizar la aplicación.
Como purificador o depurativo el baño de sol se aplicará de 11 a 13 horas del día, cuando la acción del sol es más enérgica con sus rayos ultravioletas. Con la cabeza a la sombra, se expondrá al sol el cuerpo desnudo y cubierto con sábana o frazada blanca de lana para transpirar 20 a 60 minutos, combinando con ablución de agua fría a todo el cuerpo, cada cinco minutos. En todo caso, el baño terminará con otra ablución de agua fría o un baño de tronco. En esta forma esta aplicación constituye un verdadero Lavado de la Sangre.
Las partes u órganos del cuerpo afectados por dolores, congestiones, inflamaciones, tumores o úlceras, conviene cubrirlos con barro, hojas verdes o lienzo húmedo, porque actuando directamente el sol es estos procesos inflamatorios, aumenta la congestión y la fiebre local, con perjuicio de la curación o normalidad.
Raquitismo, procesos ulcerosos, degeneración de tejidos y, en general, afecciones agudas o crónicas reaccionan favorablemente con baños diarios de sol adecuadamente aplicados. En estos casos, si el sol es fuerte, conviene cubrir con hojas verdes, y mejor con barro, la parte afectada, lo que, sobre todo en los tumores, favorece la curación por las reacciones químicas del sol con la clorofila de la hoja y los elementos que la tierra posee.
A pesar de sus excelencias, los baños de sol tienen el peligro que ofrece todo agente si se emplea sin método ni prudencia. Esta última condición será el guía en todas las aplicaciones, empezando por los baños locales en las piernas, para seguir a todo el cuerpo y las exposiciones que al principio serán sólo de 15 minutos, paulatinamente irán prolongándose hasta una hora o más. Muy buen síntoma es cuando con la acción del sol se pigmenta la piel, pues es signo de absorción de energías solares.
Con más de 90 pulsaciones por minuto, los baños de sol irán combinados con frotaciones de agua fría cada cinco minutos. Para reaccionar bien con cada frotación el cuerpo se cubrirá con frazada blanca de lana como explico en mi Lavado de la Sangre.
Manuel Lezaeta Acharán – La Medicna Natural al alcance de todos.
quiero saber cuales son los elementos del sol en el peru´
tomar el Sol preferible entre las 7 a.m a 10 a,m y de 3 p.m a 5 p,m ya que es menos fuerte,ojala utilizar bloqueador.